¿Sabían que hay diferentes formas de vivir un viaje? Quizás la favorita de la gran mayoría sea cuando entramos en contacto directo con el destino. Cuando esto no es posible, afortunadamente, existen alternativas. Una de ellas es la música.
Dicen que los viajes se viven tres veces: cuando los planeas, cuando los llevas a cabo y cuando los recordás. Y no hay mejor forma de volver al pasado que a través de los sonidos, las letras y las canciones.
Tanto los viajes como la música son algo esencial en nuestra vida. Por ello, el Centro Cultural Kirchner presenta la exhibición “Piazzolla 100”, la cual trae al presente a uno de los músicos más importantes del siglo XX: Astor Piazzola.
Este artista nació en Mar del Plata y fue criado en Nueva York. Allí conoció el tango, entre gangsters y clases de música. El espíritu ecléctico que le dejó la gran ciudad le dio a su obra una impronta programática y un entramado de sonidos inigualables.
La exposición se organiza en torno a instantes claves de su vida -los cuales dieron lugar a la creación musical de Piazzolla-, donde un grupo de artistas argentinos lleva adelante seis instalaciones que cruzan sus lenguajes y revisan el legado que dejó el músico.
Johanna Wilhelm -Axel Krygier, Valeria Traversa y Carolina Antoniadis, tres de las artistas invitadas, evocan al mar como símbolo de nacimiento, la muerte de su padre y el clima de los años sesenta. Por otro lado, Julián D’Angiolillo, Mene Savasta Alsina y Augusto Zanela recorren momentos de máxima comunión entre la obra del artista, el reconocimiento internacional y las industrias discográficas y del cine.
Importante
La actividad es gratuita y no requiere reserva previa, es por orden de llegada. La pueden visitar en el segundo piso del Centro Cultural Kirchner en la nueva Sala Inmersiva de miércoles a domingos entre 14 y 20 horas.
Sala inmersiva, un espacio innovador
Este sitio es el primero de su tipo en una institución cultural del país. Está equipado con catorce proyectores, un sistema de sonido de veinticuatro parlantes y un revestimiento acústico especialmente diseñado, generando una sensación de inmersión en un entorno envolvente.
En la actualidad es utilizada para reproducir –en sus paredes, piso y techo– animaciones, fotos, videos, material de archivo y obras de arte inspiradas en momentos, ciudades y piezas fundamentales en la vida de Piazzolla.
A su vez, el sistema de sonido confiere al público la posibilidad de completar la experiencia sensorial y descubrir nuevos detalles en la obra del músico a partir del tratamiento de las grabaciones multipista originales de clásicos como “Otoño porteño”, “Fuga y misterio”, “Adiós Nonino”, “Escualo”, entre muchos otros temas.
