En el Día Mundial del Cuidado de la Piel, te contamos todos los secretos para tener una piel sana durante las vacaciones.
¿Sabían que la piel es el órgano más extenso del cuerpo humano? Es de suma importancia cuidarla, sobre todo cuando estamos de viaje y nos exponemos al sol. Por ello, cada 25 de agosto se celebra el Día Mundial del Cuidado de la Piel, para concienciar sobre la importancia de protegerla.
Tener una piel saludable incrementa el bienestar y el ánimo de las personas. Es importante tener una rutina diaria para su cuidado, adaptada a la necesidad de cada uno y no solamente acordarse de ella cuando se presenta algún malestar.
Con la llegada de la temporada estival, es necesario prestar mayor atención, ya que el sol no es un buen aliado para mantenerla en buen estado. Desde Un Camino, te brindamos algunas recomendaciones para que tengas en cuenta a la hora de emprender un viaje.
Cuando las temperaturas altas comienzan a tomar protagonismo, es necesario tener algunos recaudos para proteger la piel de la radiación ultravioleta, proveniente principalmente del sol y de aparatos artificiales, como las camas solares.
El sol emite dos tipos de rayos: los UVB, que se intensifican entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, horario en el cual no es recomendable exponerse al sol; y los UVA que son altos durante todo el día y todo el año, desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde.
Para cuidarnos de la radiación ultravioleta, se debe utilizar protector solar. Se recomienda aplicar aquellos con factor de protección no menor de 30 en todo el cuerpo -si es posible alguno con cobertura mayor de 50 para el rostro- inclusive en los labios, ya que son las partes del cuerpo más expuesta.
También es aconsejable usar protectores de amplio espectro, es decir con cobertura para ambos tipos de rayos -UVB y UVA- y colocarlos 20 minutos antes de salir a la calle porque tardan unos minutos en comenzar a actuar. Hay que ponerse una buena cantidad y recordar los lugares que por lo general olvidamos como las orejas, las manos, los pies y el cuello.
A su vez, hay que tener en cuenta que se deben volver aplicar cada 3 horas para que sigan funcionando adecuadamente durante todo el día y hacerlo con la piel seca. Por eso es fundamental elegir las cremas formuladas para agua, ya que en situaciones como la sudoración, provoca que se retire fácilmente. Es importante usar el mismo factor durante toda la temporada, no es correcto bajar la protección a medida que se van bronceando.
Hay que tener sumo cuidado con los niño menores de 6 meses, ya que no pueden utilizar protector solar debido a que la piel lo absorbe y los pequeños no están preparados para ello. Con respecto a los menores de 1 año, está permitido la utilización pero deben ser formulaciones especiales.
Las personas que padezcan de enfermedades también deben tener una atención especial, porque el sol disminuye las defensas: con antecedentes familiares de cáncer de piel, los que toman medicamentos fotosensibilizadores, los que tienen enfermedades fotosensibles, con infección de piel, las personas con muchos lunares y de tez muy blanca.
Sin embargo, el protector solar no es la única forma de protegernos contra de los rayos ultravioletas durante un viaje, también se puede:
- Evitar la exposición entre las 10 y 16 hs.
- Permanecer en la sombra.
- Utilizar sombreros o gorras y anteojos de sol.
- Elegir ropa clara y ligera.
- Hidratarse la de manera adecuada .
- Utilizar crema hidratante.
- Evitar las gaseosas, el café y el alcohol porque ayudan a la deshidratación.
En el caso que ocurra alguna quemadura es recomendable utilizar algún producto post solar e hidratarse mucho. Además se debe evitar la exposición hasta que la piel se recupere. Es importante no aplicarse remedios caseros como la aloe vera, el tomate o todo aquello que no sea consultado previamente con un médico.
